Por Tyleen Mc Donald
Inicio complicado: penalización y salida desde el pit‑lane
Verstappen no pudo avanzar de la Q1 en la clasificación y, tras un cambio de unidad de potencia y ajustes en el chasis fuera de parc fermé, su monoplaza quedó obligado a arrancar desde el pit‑lane.
Esta decisión técnica de Oracle Red Bull Racing implica que Verstappen no tenía la posición de salida habitual, sino que debía esperar a que todos los autos en parrilla pasaran por el pit‑out, generándole una desventaja inicial en tiempo y tráfico.
Ritmo, estrategia y ritmo de carrera: el motor de la remontada
- Telemetría analizada por medios especializados muestra que, tras el reinicio de carrera (Lap 6), Verstappen ya había recuperado posiciones hasta colocarse entre los diez primeros en la lap 17, gracias a un ritmo medio más de 0.5 segundos/lap mejor que algunos de sus rivales directos.
- En la vuelta 50, cuando británico Lando Norris entró en boxes, Verstappen heredó la primera posición provisoria. Sin embargo, Red Bull optó por una estrategia agresiva: en la lap 54 entró a cambiar neumáticos a blandos (C4), perdiendo momentáneamente el liderato pero saliendo en una situación óptima para atacar.
- La gestión del tráfico fue determinante: Verstappen superó a George Russell en la vuelta 63 y presionó a Kimi Antonelli en las últimas vueltas, aunque no logró el segundo lugar. Su tiempo final fue +10.750 segundos sobre el ganador.
Implicaciones para el campeonato y para Red Bull
La tercera posición obtenida por Verstappen tiene una doble lectura: por un lado, refuerza que sigue en la lucha por el título a pesar del contratiempo inicial; por otro lado, la posición de salida restó la posibilidad de victoria que podría haber cambiado radicalmente su camino en esta etapa del campeonato.
Aunque él mismo declaró que “no esperaba estar en el podio desde el pit‑lane”, la actuación deja claro el nivel del piloto y del equipo.
Para Red Bull y sus rivales, esto se convierte en una advertencia: incluso cuando las circunstancias no son favorables, pueden aparecer forzando resultados. Esto añade presión adicional a los equipos que lideran el campeonato, pues no pueden confiar en que un “error” del otro lado será definitivo.
Verstappen arrancó desde una situación adversa, gestionó ritmo, estrategia, tráfico y presión, y emergió con un podio que vale más que los números. En el tramo final del 2025, este tipo de actuaciones pueden marcar la diferencia. Puede que no haya sido victoria, pero el mensaje ha quedado claro: sigue presente.





0 comentarios