Por Karina McDonald

Cada vez que Pierre Gasly pisa el circuito de Spa-Francorchamps, no lo hace solo como piloto de Fórmula 1. Spa, para él, es mucho más que una de las pistas más icónicas y desafiantes del calendario: es un lugar de memoria, de duelo, y de un vínculo que trasciende la velocidad. Este fin de semana, como cada año desde 2019, Gasly participa en la Carrera por Anthoine, un homenaje profundamente personal que recuerda a su amigo y compatriota Anthoine Hubert, fallecido en una trágica carrera de Fórmula 2 en este mismo circuito.

“Cada vez que vuelvo aquí, ya no es lo mismo”, confesó Gasly. Su voz, aunque serena, deja entrever una carga emocional que el tiempo no disipa. Hubert no era solo un compañero de pista. Era un amigo de infancia, alguien con quien compartió sueños, entrenamientos, victorias y derrotas en los años de formación. Su pérdida, ocurrida en la temida curva de Raidillon, transformó la relación de Gasly con Spa para siempre.

Este jueves, junto a miembros de los equipos de F1, F2 y F3, y con el apoyo de MP Motorsport —la escudería de Dilano van ’t Hoff, otro joven piloto fallecido en Spa en 2023—, Gasly se sumó a una nueva edición de la caminata conmemorativa. No se trató solo de recorrer el trazado. Fue un acto de memoria, de comunidad, de respeto silencioso. Fue, sobre todo, un testimonio de que el automovilismo no olvida a los suyos.

“Todos formamos parte de esta familia”, expresó Gasly. “Y cuando perdemos a alguien, no lo hace solo una persona. Es toda la comunidad la que lo siente: los pilotos, los equipos, las familias, los fans. Es una herida compartida.”

Spa sigue siendo especial para Gasly. Aquí ganó su primera carrera en la Fórmula 4, bajo la lluvia, en esos días donde soñar con la F1 aún era una meta lejana. Pero ahora, el circuito también es sinónimo de pérdida. “Tengo imágenes en la cabeza que preferiría no haber visto nunca”, admitió. Sin embargo, en lugar de evitar ese dolor, ha decidido cargarlo con él, transformarlo en impulso, y en cada vuelta, rendirle tributo a su amigo.

La Carrera por Anthoine ya es una tradición. Y aunque el homenaje dura unos minutos, el compromiso es permanente. Gasly no busca dramatismo, ni titulares. Solo cumplir una promesa: no olvidar.

Y mientras siga corriendo en Spa, esa promesa seguirá viva, vuelta tras vuelta, paso tras paso.