Por Karina McDonald

Hoy durante la conferencia de prensa de la FIA Profesión Valor tuvo la oportunidad de obtener información en exclusiva por parte del piloto de Ferrari Lewis Hamilton, quien llega al Gran Premio de Miami no solo con el objetivo de sumar puntos, sino con la determinación de consolidarse como parte esencial del equipo italiano.

Este 1 de mayo en la “ciudad del sol” el piloto británico demostró que su enfoque en esta nueva etapa va mucho más allá de lo deportivo: se trata de adaptación, identidad y, sobre todo, compromiso.

Acostumbrado a la excelencia con Mercedes, el siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton,  podría haber optado por confiar únicamente en su talento y experiencia. Pero su decisión de aprender italiano —como él mismo reveló— deja claro que no busca ser una estrella invitada en Maranello. Quiere ser parte del alma de Ferrari, entenderla desde dentro, y comunicarse en el idioma que da forma a sus pasiones, procesos y tradiciones.

Este esfuerzo no pasa desapercibido. Stefano Domenicali, presidente de la Fórmula 1 y exjefe de la Scuderia, subrayó recientemente la importancia de que Hamilton se sumerja por completo en la cultura italiana. Y Lewis parece haberlo entendido a la perfección. “Cada día me siento más cómodo”, dijo con serenidad, consciente de que en Ferrari, más que en ningún otro equipo, la conexión humana es tan importante como la velocidad.

Claro, los resultados aún no acompañan del todo. Ferrari no ha tenido un inicio de temporada brillante, y Miami no se presenta como una pista fácil. Pero Hamilton no cae en el derrotismo. Reconoce las dificultades, pero habla de dirección y enfoque. Lo hace sin promesas vacías, pero con la certeza de que la construcción de algo grande comienza con pequeños pasos firmes.

El Lewis Hamilton de 2025 no es solo un campeón que busca una octava corona. Es un hombre que ha elegido el camino menos cómodo para cerrar su carrera: aprender, integrarse, volver a empezar. En un deporte que muchas veces idolatra el rendimiento inmediato, su paciencia y voluntad de crecimiento hablan de un tipo de grandeza que va más allá del cronómetro.

Este fin de semana en Miami, más allá del resultado final, veremos a un piloto en plena transformación. Y eso, para quienes entendemos que la Fórmula 1 también es narrativa, historia y evolución personal, ya es motivo suficiente para seguirlo con atención.