Por Karina McDonald

El automovilismo argentino vuelve a tener un representante en la Fórmula 1. El próximo 18 de mayo, Franco Colapinto debutará oficialmente como piloto titular de Alpine en el Gran Premio de Emilia-Romaña. Y lo hará en un escenario tan simbólico como exigente: el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, más conocido como Imola.

El circuito, que forma parte del alma histórica de la F1, representa para Colapinto mucho más que una pista. Allí supo brillar en categorías formativas como la Fórmula 3 y la Fórmula 2, con actuaciones que lo catapultaron a la órbita de los equipos de la máxima categoría. A un año exacto de su victoria en Imola con la F2, el joven piloto argentino tendrá su primer gran examen en un trazado que no perdona.

Una maniobra que marcó su futuro

Fue durante la temporada 2023 de la Fórmula 2 cuando Colapinto dejó una huella imborrable en Imola. En una de las curvas más emblemáticas del circuito, Tamburello, ejecutó una maniobra de adelantamiento que rápidamente se viralizó en redes y captó la atención de figuras clave del paddock.
Se trató de un sobrepaso triple, al límite, donde demostró reflejos, precisión y agresividad en su máxima expresión. Uno de los testigos en pista fue el entonces director deportivo de Williams, quien meses más tarde mencionó esa acción como una muestra clara del «potencial puro» del argentino.
Aunque no fue ese el único factor que lo llevó a Alpine, sí fue uno de los momentos decisivos que cimentaron su proyección hacia la Fórmula 1.

Imola: un circuito con memoria

Inaugurado en 1953, el Autódromo Enzo e Dino Ferrari ha sido testigo de algunos de los episodios más gloriosos, y también más trágicos, del automovilismo mundial. Imola forma parte del puñado de circuitos que todavía conservan el espíritu de la vieja escuela: curvas técnicas, cambios de elevación, y márgenes mínimos para el error.

Sin embargo, la historia de Imola está inevitablemente marcada por el trágico fin de semana del 30 de abril y 1 de mayo de 1994, cuando dos pilotos perdieron la vida: Roland Ratzenberger en clasificación y Ayrton Senna durante la carrera. La conmoción global provocó una revisión radical de las normas de seguridad en la F1, y el propio circuito fue modificado para evitar otro desenlace similar.

Desde 1995, Tamburello dejó de ser una curva de alta velocidad sin escapatoria y fue convertida en una chicana más lenta. Además, se ampliaron las zonas de escape, se instalaron barreras de protección más modernas y se rediseñaron varias secciones para mejorar la visibilidad y reducir riesgos.

Características técnicas de Imola
El trazado actual tiene una longitud de 4.909 km, se corre en sentido antihorario y cuenta con 19 curvas (10 a la izquierda y 9 a la derecha). Su diseño favorece los sectores técnicos, con frenadas bruscas y curvas enlazadas como las de Acque Minerali o Variante Alta, que exigen máxima precisión.
La recta principal es corta, por lo que las oportunidades de adelantamiento son limitadas. La zona de DRS, ubicada entre Rivazza y Tamburello, será clave para que Colapinto pueda defender o ganar posiciones, especialmente en su debut, donde cada movimiento cuenta. Franco Colapinto tiene un historial positivo en Imola. En 2022 logró su primera victoria en Fórmula 3 en este circuito, y en 2023 repitió la hazaña en la Fórmula 2. Esas victorias no solo fueron deportivas, sino también emocionales: cimentaron su confianza y lo posicionaron como una figura emergente en el automovilismo internacional.

“Imola me trae recuerdos muy especiales. Es un lugar donde siempre sentí que podía rendir al máximo, y ahora me toca debutar en la F1 justo acá. Es increíble”, dijo Colapinto en declaraciones previas al fin de semana de carrera.

El debut de Colapinto marca el regreso de un piloto argentino a la Fórmula 1 luego de más de dos décadas. Su ingreso al equipo Alpine no solo genera expectativa en el paddock, sino también entre los fanáticos de su país, que ven en él la posibilidad de revivir épocas doradas del automovilismo nacional.
En un campeonato cada vez más competitivo, el desafío será enorme. Pero hacerlo en Imola —un circuito que ya conoce, que respeta, y que lo vio brillar— es una ventaja que puede jugar a su favor.

Este 18 de mayo, bajo la sombra de su propia historia, Imola será testigo de un nuevo comienzo. Y con Franco Colapinto al volante, Argentina vuelve a estar en la línea de largada de la Fórmula 1.