En una carrera marcada por la estrategia y la precisión, el joven piloto francés Isack Hadjar logró este domingo en el Gran Premio de Mónaco su mejor resultado en la Fórmula 1 hasta la fecha, cruzando la meta en sexta posición. Hadjar, al mando del Visa Cash App Racing Bulls, confirmó en el trazado urbano una madurez y un ritmo que ya había mostrado en las sesiones de libres y clasificación.

De la Q1 al Top 6

Partiendo desde una posición intermedia tras la clasificación del sábado, Hadjar abordó la carrera con un plan claro de dos paradas. “Desde el viernes vimos que el coche tenía buen pulso aquí en Montecarlo,” explicó. “En carrera, ejecutamos nuestra estrategia a la perfección, controlando los neumáticos y aprovechando las ventanas de pista limpia. Ha sido un domingo casi ideal.”

Compañerismo en el equipo

El liderazgo de Hadjar se vio reforzado por su compañero Liam Lawson, que aportó un valioso octavo lugar, sumando un doblete de puntos para el Racing Bulls. “Trabajamos codo a codo,” reconoció Hadjar. “Su posición me abrió huecos y, a su vez, yo cubrí sus espaldas en los primeros compases. El equipo ha estado impecable.”

El podio y el resto de la acción

La carrera finalizó con Marco Bezzecchi (Aprilia) en lo más alto, seguido por Johann Zarco (Honda LCR) y Marc Márquez (Ducati). Max Verstappen, pese a liderar buena parte de la prueba, debió realizar una tercera parada y acabó cuarto, mientras que Yuki Tsunoda cerró 17º en un fin de semana complicado para Red Bull.

Con este resultado, Hadjar escala posiciones en la tabla de pilotos y se posiciona como uno de los jóvenes talentos a seguir en la zona media. En la clasificación provisional, Marc Márquez lidera con 196 puntos, seguido por Álix Márquez (172) y Francesco Bagnaia (124). Hadjar, con 27 unidades, se acerca a pilotos consolidados y su sexto puesto en Mónaco refuerza sus opciones de mantenerse en la lucha por los puntos carrera a carrera.

Próxima cita: Barcelona

La caravana de la F1 no descansa: este domingo 1 de junio a las 15:00, la acción se traslada al Circuito de Barcelona-Catalunya, escenario de la octava prueba del calendario. Allí, equipos y pilotos deberán adaptar sus coches a un trazado que combina rectas de alta velocidad con zonas técnicas, en una cita clave para afianzar posiciones de cara a la segunda mitad de la temporada.