Por Redacción Profesión Valor

El Gran Premio de los Países Bajos fue una pesadilla para Ferrari. Charles Leclerc sufrió esta vez el lado más duro de la Fórmula 1: un abandono abrupto, silencio entre las dunas y el crudo sonido de un campeonato que se escapa. Pero fue ese instante, casi icónico, el que mostró algo más profundo: la vulnerabilidad del piloto, el peso del momento… y la resiliencia por detrás del casco.

Un desenlace abrupto en la curva 3

En la vuelta 53, Leclerc se quedó sin opciones. En plena curva peraltada del circuito, el rookie Kimi Antonelli, con ruedas nuevas y en busca de posiciones, lo tocó. El impacto envió su Ferrari al muro. El DNF se consolidó como doble castigo, con Hamilton golpeando también más temprano en esa misma curva.

Pero la imagen que ha quedado grabada no fue de distracción, sino de humanidad: Leclerc subió a una loma de arena cercana y se sentó. Levantó el rostro, miró el circuito… y parecía sostener un teléfono, un gesto casi poético, una pausa forzada mientras las cámaras lo inmortalizaban. 

Ferrari herido, pero con mirada hacia Monza

Para el jefe del equipo, Frédéric Vasseur, el golpe fue duro: doble abandono y moral baja justo antes del GP de su casa. Pero, lejos de ceder, reafirmó que no necesitan motivación extra para Monza, aunque sí deben mejorar desde el viernes. Reconoció que el ritmo en carrera fue mejor del esperado, especialmente Leclerc, quien incluso peleó con Russell y Verstappen antes del choque.

Este no fue un fin de semana de carreras apagadas: fue un disco con finales abruptos que deja sala para un regreso con fuerza.

Leclerc sentado en la duna de arena no fue derrota; fue una pausa cargada de significado. Tras meses movidos, ese instante reflejó el peso de los minutos donde lo que podía salir mal… salió mal. Pero también mostró un piloto dispuesto a detener el tiempo antes de volver al caos.

Ferrari necesitaba claridad, no solo para sí, sino para Leclerc: Monza está cerca, la gestión del dolor y la recuperación son más poderosas que cualquier incendio en pista.